¿Qué son las jornadas enogastronómicas?
Esta nueva concepción gastronómica tiene sus raíces a comienzos del siglo XIX en mano de los franceses como una muestra cultural y experiencial de las poblaciones de Francia con exportación vinicola. El objetivo principal de estas jornadas gastronómicas era que cada población presentara sus productos autóctonos a gastronómos o críticos de cocina expertos, deseosos por conocer las especialidades de cada región para recibir distinciones especiales económicas o de prestigio.
En nuestros días este tipo de actividades se encuentra en auge junto al enoturismo aunque a diferencia de éste consiste principalmente en una experiencia cercana en lo que entendemos como “el buen comer” y “el buen beber” para conocer los sabores autóctonos de cada región sin importar la experiencia o los conocimientos.
Con estas nuevas experiencias enogastronómicas queremos invitar a todos nuestros clientes a disfrutar del arte del vino y conocer sus características principales de importación internacional junto a denominaciones de origen reconocidas como Rioja, Ribera del Duero, Penedés y etc.
Dentro de nuestra carta de vinos podrás descubrir una fusión de sabores y esencias de diferentes tipos de vinos de todo el territorio, en los que destacan 3 tipologías principales de vino, reconocidas como: vinos tintos, vinos blancos y rosados.
¿Sabes cuales son las diferencias entre ellos?
Vinos tintos: Son aquellos que se elaboran con uvas tintas (rojas) durante un periodo de maduración determinado. Debido a su color también se les conoce habitualmente como “vinos rojos” y se suelen combinar con carnes y quesos. Las variedades más comunes son afrutados, espaciados y balsámicos.
Vinos blancos: Son aquellos que se elaboran con uvas blancas con un proceso de fermentación más cuidado y con menos añadidos azucarados. Se suele combinar habitualmente junto a pescados o marisco y las variedades más comunes son vinos secos, semisecos, abocado, semidulce y dulce.
Vinos rosados: Son aquellos que se elaboran con uvas tintas y uvas blanca, pero solamente hasta que el vino obtiene un color rosacio con un proceso de cuidado más delicado. Su sabor suele ser más ligero que los otros tipos, es el más popular durante la temporada de verano. Las variedades más conocidas son garnacha, tempranillo y carbenet sauvignon.
Con esta pequeña introducción ya sabes lo necesario para empezar tus experiencias enogastronómicas por tu cuenta. Ahora podrás apreciar y diferenciar su sabor distintivo a simple vista, no obstante cuando los pruebes, deberás tener presente que cada denominación de origen “tiene un sabor especial” y por tanto el gusto puede variar en función de su región.
Cada denominación que servimos en nuestra carta tiene por ofrecer un sinfín de sabores que tú mismo deberás descubrir cuando cojas tu copa… Es posible que se te plantee la tentación de realizar comparaciones o incluso tengas gustos diferentes a los otros comensales que te acompañen, ante esta situación tan solo podemos decirte:
«Saborea cada vino a tu manera»
