El Moscow Mule es un cóctel clásico que ha ido ganando popularidad a lo largo de los años. Se elabora con vodka, zumo de lima y cerveza de jengibre, unos ingredientes que le dan su toque particular.
Descubre las curiosidades de esta bebida tan peculiar y que conquistará tu paladar.
Orígenes del Moscow Mule

El Moscow Mule fue creado en los años 40 en Los Ángeles por un publicista llamado John Martin, quien estaba tratando de promocionar la marca de vodka Smirnoff. En ese momento, en Estados Unidos el vodka no era una bebida popular, ya que la ginebra estaba mejor valorada. En esa misma época, un amigo de Martin (Jack Morgan) había creado una cerveza de jengibre en su bar Cock’n’Bull, pero no conseguía venderla. Ambos decidieron colaborar creando un cóctel que tuviese las dos bebidas y que fuera un éxito de ventas.
El nombre «Moscow Mule» se cree que se debe a la combinación de vodka (una bebida típicamente asociada con Rusia) y la sensación en boca que provoca, que se compara como una coz de mula.
Elaboración del Moscow Mule
La receta básica del Moscow Mule incluye vodka, jugo de lima y cerveza de jengibre. Sin embargo, hay muchas variaciones y adaptaciones de la receta, como nuestra versión hecha con ginebra.
Para preparar el Moscow Mule perfecto es imprescindible usar un buen vodka de alta calidad, jugo de lima fresco en lugar de concentrado y una cerveza de jengibre de alta calidad para obtener el mejor sabor.
Vodka
Cerveza de jengibre
Zumo de lima
Presentación del cóctel

La presentación del cóctel fue una de las claves de su éxito. Y es que la novia de Jack Morgan, había heredado una empresa de tazas de cobre. Vieron la oportunidad de vender los tres productos, las tazas, la cerveza y el vodka, dándole un aspecto único y atractivo.
Asimismo, la taza contribuye a que la bebida conserve su frescura. Y con el asa se evita que, con las manos, se caliente la bebida. Lo tenían todo pensado.
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